Mérida, la capital del estado de Yucatán en México, es una ciudad que rezuma historia y encanto en cada una de sus calles. Pero si hay un lugar que encapsula la belleza y la historia de esta ciudad, ese es sin duda el Paseo de Montejo. Este icónico bulevar, inspirado en los Campos Elíseos de París, alberga algunas de las más impresionantes casas coloniales de la región, que atestiguan el esplendor de la época dorada de la producción henequenera.
Una de las joyas arquitectónicas más destacadas en esta majestuosa avenida es el Palacio Cantón. Esta imponente residencia, construida a principios del siglo XX, combina elementos de la arquitectura renacentista y barroca, creando así un edificio que deslumbra por su elegancia y grandiosidad. Hoy en día, el Palacio Cantón alberga el Museo Regional de Antropología de Yucatán, donde los visitantes pueden sumergirse en la rica historia y cultura de la región.
Justo al lado, se encuentra otra maravilla arquitectónica conocida como el Minarete. Este edificio de estilo morisco, con su distintiva torre octogonal, es un testimonio del eclecticismo arquitectónico que caracteriza a Mérida. Construido en la década de 1920 como residencia privada, el Minarete ahora es sede de un exclusivo hotel boutique que ofrece una experiencia única de alojamiento, y del exquisito restaurante Yerba Santa, donde el lujo se fusiona con la historia.
Continuando nuestro recorrido por Paseo de Montejo, nos encontramos con la Casa Peón. Esta hermosa mansión, construida a finales del siglo XIX, es un ejemplo excepcional de la arquitectura neoclásica en Yucatán. Con sus imponentes columnas, amplios ventanales y exuberantes jardines, la Casa Peón evoca la opulencia y el esplendor de una época pasada. Actualmente, esta majestuosa residencia alberga una galería de arte y espacios para eventos, donde se pueden admirar tanto obras de artistas locales como exposiciones internacionales.
Por último, pero no menos importante, encontramos la Casa Montes Molina, una de las más antiguas y emblemáticas de Paseo de Montejo. Construida a finales del siglo XIX, esta impresionante mansión combina elementos de la arquitectura francesa y española, creando así un ambiente de sofisticación y elegancia. Hoy en día, la Casa Montes Molina es un lugar privilegiado para la celebración de bodas y eventos especiales, donde la historia y la belleza se unen para crear recuerdos inolvidables.