Ya sea que vivas en Yucatán o estés de visita por el Estado, no puedes perderte el espectáculo maravilloso del equinoccio de primavera.
El equinoccio de primavera, cada 21 de marzo, es un fenómeno durante el cual la Tierra es iluminada por el Sol con la misma intensidad en el hemisferio norte y en el hemisferio sur.
En nuestro estado, podemos observar este fenómeno en dos lugares:
Los mayas, sabios sacerdotes y arquitectos, tenían un profundo conocimiento astronómico gracias a la observación de los astros. Este conocimiento les permitió construir sus edificios calculando de acuerdo a la orientación los efectos de la luz del sol sobre ellos en determinada época del año.
En este día del equinoccio de primavera, sobre la Pirámide de Kukulcán en Chichén Itzá, aparecen en las escalinatas triángulos de luz que tienen la forma de una serpiente. La luz va descendiendo poco a poco hasta llegar a la cabeza de serpiente en la base de la pirámide, lo que crea una asombrosa ilusión óptica. la mejor hora para ver este maravilloso espectáculo en Chichén Itzá es entre las 12 del día y las 2 de la tarde.
La antigua Ciudad Maya de Chichén Itzá, reconocida como una de las siete nuevas maravillas del mundo, se encuentra a 120 km de la Ciudad de Mérida.
Dzibilchaltún significa "lugar donde hay escrituras sobre las piedras planas".
Esta hermosa ciudad antigua del Mundo Maya fue diseñada y construida hace más de mil años con una exactitud astronómica, geométrica y matemática impresionante.
Ahí se encuentra el Cenote Xlacah, uno de los cenotes más grandes y profundos de la Península de Yucatán. Está ubicado a sólo 21 km al norte de la ciudad de Mérida, de fácil acceso por la carretera a Progreso.
En el imponente "Templo de las Siete Muñecas" se puede observar el equinoccio de primavera, al amanecer, el templo se ve iluminado por la salida del sol y por unos minutos se ubica exactamente en el centro de la puerta principal del templo creando un impresionante y bellísimo fenómeno de luz y sombra.
Son muchos los atractivos naturales que ofrece nuestro Estado, visitarlos y disfrutar de su majestuosidad y belleza es un plan obligado para propios y extraños.
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